jueves, 1 de septiembre de 2011

Llamada

-¿Cuál es tu primer recuerdo?
-Mmm...Recuerdo estar en los brazos de mi padre-Respondí
-¿En verdad es lo primero que se le viene a la mente?
-Si, creo-Me sentí insegura al momento de afrimarlo
-Adiós-Me despedí con una sonrisita en la cara luego de veintiún minutos de conversación
A la mañana siguiente no tenía ganas de levantarme, me gusta dormir más de la cuenta, el molesto teléfono sonó.
-Hola- Detecte una voz entrecortada
-¿Con quién hablo?- Pregunté en vano, ya no había nadie del otro lado, siempre hacen eso estresándome de sobremanera, aún así preferí no pensar en algo tan insignificante.
Tome una ducha y salí en búsqueda por algo de ropa, pero en el armario no hay más que jeans viejos y camisas extrañas, mis tías siempre criticaron mi mal gusto al vestir y a mi realmente me importaba una mierda; justamente ese día quería sentirme hermosa.
-Gracias Juli-Le dije a mi amiga tras ponerme uno de sus vestidos
-No tienes que agradecer, es un día especial, suerte.
Tome un taxi, el conductor me miraba de forma fija y asquerosa así que me baje unas calles antes dejándole propina para que no tocará mi mano una vez más.
-Llegas tarde- Replico mamá-Deberías peinarte.
-A él le gusta mi cabello así, ¿Verdad papi?
-Demuestra un poco de respeto por los muertos.
Comenzó la ceremonia y todo se transformó en un escenario más que deprimente, era patético ver las actitudes hipócritas de todos a mi alrededor.
-Sé que eras tu al teléfono- Le susurre en su cajón de ensueño
-Hija, por favor deja que descanse en paz; Fuiste a la cita con el psicólogo?
-Claro que fui.
-¿Y que te dijo?
-Que tenía un trasero precioso-Respondí en tono burlesco
-¿Quieres comportarte? Necesito saber que te dijo.
-Bien, puedo decirte que no me dijo
-¿ Como es eso?
-No me dijo algo que me hiciera sentir mejor
-Es por tu bien, tienes que entender que ya nada es igual, debes volver
-Por supuesto que volveré, el tipo está buenísimo
-¡Basta! ¿Que te sucede? Acaso no sabes...
-¿A QUE TE REFIERES? Estoy bien...Te amo, te habló algún día de estos. -Le di un beso en la mejilla y salí de allí.
De nuevo en el consultorio del señor "Soluciono tu vida para olvidar lo horrible que es la mía", me atreví a devolver la pregunta:
-¿Cuál es su primer recuerdo?
-Su mismo primer recuerdo.
-¿En los brazos de su padre?
-No, usted y yo sabemos que eso no es lo primero que tenemos en mente
-Ah si? y ¿Cuál es entonces?
-La oscuridad.
Me quedé en silencio, era verdad.
-¿Qué sucede?
-Nada, ¿Por que todos suponen que me pasa algo?
-Por que es así- Se levantó del sillón y se sentó a mi lado quitándose los lentes-Por que un loco reconoce a otros desde lejos
¿Sugiere que estoy loca?
-Sugiero que alguien del común nota una falencia anímica en usted, pero un demente sabe por lo que está pasando.
-Pendejadas y más pendejadas, me voy de aquí. Intenté abrir la puerta...¿Que carajos?
-No podrá salir
-¡ DÉJEME SALIR AHORA MISMO!
-Usted es quien lo impide
-¿Está usted loco?
-Infería que ya lo había notado
-¿De que se trata todo esto?¿Que quiere de mi?
-Que me escuche, es lo único que le pido
-Y después ¿Que me va a hacer?
-Absolutamente nada, todo depende de su comprensión, quiero la descripción de su primer recuerdo.
¿Que le puedo decir? La oscuridad es relativa
-Todo es relativo:los colores son relativos, las cosas son relativas, la MUERTE es relativa, el amor es relativo, usted y yo no somos más que sombras. Lo único que deseo es que me defina en una palabra lo que siente al pensar en esa oscuridad.
-Paz.
-¿Entiende que sentimos lo mismo?
-Desearía, pero no se absolutamente nada.
-Hagamos un pequeño experimento, tome mi muñeca y cuente los latidos de mi corazón.
Asentí con la cabeza y tome fuertemente su mano izquierda.NADA.
-¿Y Bien?
-Usted.....Usted no tiene pulso.
-Ahora, busque en su cuello ¿Encuentra algo?
Fue un momento de causa absurda, buscaba algo que ya no estaba.
-Entiendo...¿Como sucedió?-Intenté tomarlo de la mejor manera
-Mientras dormía, pero estaba tranquila, "En paz"
-Y mamá, Juli ellas también?
-Por algo compartieron con usted
-¿Papá?
-La llama a diario, del otro lado
-¿Que debo hacer ahora?
-Elegir si desea quedarse en este consultorio o intenta una vez más cambiar aquel último recuerdo.
-¿Que pasará con usted?
-Pertenezco a aquí, siempre dispuesto a guiarle
-¿Cuantas veces lo he intentado?
-Las suficientes, como para que me sienta admirado por su perseverancia
-No demoraré, muchas gracias.
-Nunca lo hace, siempre lo hace rápido para verme una vez más.



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