Tinta y veneno.

Tomaría un trozo de papel y un bolígrafo para plasmar estas palabras sin sentido, pero soy consciente de que lo último que debería hacer es escribirte una carta...Ya lo hice, y resulté quemándola dejando que mis miedos pisotearan mis intenciones.

La otra noche me senté, encendía la televisión y de la nada recordé que dejé de lado una caja con  juguetes.

No suelo escribir en rojo.

Aunque, esta vez es diferente.

Vacío. Hoy amanece como siempre, ¡Que afortunado!, mis pies de nuevo en el suelo y mis pocas ganas de hacer algo verdaderamente significativo.

Aveces quiero escuchar a Debussy, otros días me suelo perder con algo de Cream y termino resignado acariciando la voz de Morrison. De vuelta a la rutina, entregaré un ensayo que tenía pendiente, creo que me quedo sin visión, necesito lentes nuevos, aunque me encantaría cambiar de ojos.
Me encierro en mi habitación, pero es más un encarcelamiento mental, ella siempre me decía:"Pensar no es bueno", y cuanta razón tenía...
Bastante tiempo ha pasado ya desde la última vez que la vi y es desesperante olvidar la forma de sus ojos, adorablemente grandes, pero oscuros, sin hacer en ello referencia a su tonalidad; creo que soy dependiente, aunque hay días en los que volteo la página y pienso que puedo amar a dos y hasta tres mujeres, apoyo mis deseos en otro lado, otra vez fracaso, no soy misógeno.


Se supone, somos quienes poseen el lado adorable y tierno...Jamás encontré ese jodido aspecto en mi forma de actuar, no me gusta, ni me siento cómoda con la femineidad, pero, si deseas conseguir un trabajo decente en esta ciudad, debes atenerte al "modelo de belleza", así que me maquillo y visto como toda una modelo de revista, mi estatura ayuda bastante, 1,79  y no basta para tocar el cielo.
Estoy en segundo semestre de arquitectura y estoy harta de los modelos a escala, prefiero ir de fiesta y agregarle pepitas alegres a la noche.


Cuando ella llamó, no sabía con exactitud que responder, estaba compartiendo un poco con una "amiga" y fue incómodamente exquisita su interrupción, quería hablar en un café cercano y no podía oponerme a ello, tomé mis pantalones y deje algo de plata en el sostén de mi compañera. Al llegar y preguntar si la habían visto, solo apareció una carta en su lugar.


No se que día es, pero se que es tarde y tengo la sensación de que llegaré tarde a algún lugar, me visto rápido y tomo mi bolso.Mierda, dejé el celular.


Una hoja de papel, nada más ¿Cuál era su contenido?, creo que lo único que ella quería era arruinarme el rato. Una vez más la odio, saldré un momento y buscaré unas cuantas distracciones, pero primero amarraré mi zapato.


Me enamoré, esta vez es verdad...Es él, apartado de las descripciones tontas del hombre ideal. Un pequeño diálogo bastó, y ya voy camino a su casa en él auto. Tenía pastillas, Felicidad! Dame más!


Una más, comienzo a creer que soy un hombre nuevo, esta vez es una especie de modelo preciosa y rubia, poco cerebro, grandes dotes. Quiere disfrutar, o más bien sedarse, viaja un poco preciosa, mañana no recordaré tu nombre.


Es tarde en la noche, él viene, estoy segura ¿Acaso no entendió que es quién escribe la carta?
Una rubia, pensé que serías más exigente, siempre te parecieron tontas, ¿Que los gusanos se comieron tu cerebro?


Me sentía en un viaje turbio y apareció esta mujercilla misteriosa en el lugar donde quería amarlo ¿Quien eres? No te acerques, estoy viajando, una navaja ¿Para que?Auch, no eso duele, se siente tibio, se siente triste, se siente bien.GRACIAS.


Ahora escribe.
Entiendo.
No pensé que cortarle el cuello sería fácil.
Se veía bastante joven, debimos esperar a otra.
Mírala, su ropa y cabello. Solo una rubia más.
Pensé que solo bromeabas con este asunto.
El show debe continuar.
¿Que escribo?
Sedada eternamente.




Ya está. Vamos nena, quiero besarte una vez más.