Desde un comienzo presentía desde el día que te conocí que cambiarías mi mundo, aunque mi cueva de hielo nunca permita ver más.
No soy quién para definir un sentimiento,porque tengo el corazón congelado, la mente extravíada y el estómago cargado de mariposas y sueños.
Mente en blanco y mil sensaciones, canciones tristes y poemas rotos. Sumergida en ese mundo solitario que tanto me gusta es como me encuentro.Incógnitas sin resolver que solo pueden llevarte a la demencia.Mejor sería no saber nada. Pero sé algo, no quiero pensar como aquellos que hacen daño, me carcome la idea hasta los huesos.¿Porque lastimar si el amor es mas dulce? En realidad existen personas que no toleran lo dulce.
Deje de creer en el destino hace mucho, como también renuncie a varias de mis posiciones.¿Las razones? No tengo razones.
Desearía poder escribir un diario de lo que pienso y hago en el día, pero me llevaría bastante tiempo y de todas formas no lo lograría, mi cabeza está llena de todo, menos de organización, y si es un maldito defecto con el que morire.
No me gusta despertar temprano en las mañanas, ni mirar la televisión.
Soy un bicho raro y me miran como tal, pero, ¿Acaso es malo? si no existe mejor lugar que un bosque imaginario lleno de pequeñísimos troncos consumidos por termitas y bichos de mi especie, permítanme decirles que dejarse consumir por nosotros es culpa de su propia conformidad y su tétrico facilismo. Si, si lo admito, soy extremista y creo que nací para el drama, en esta obra teatral nos jodemos todos, así que es mejor estar preparado.
Siento que regreso e intento largarme, pero caigo otra vez, y es que me faltas tú, licantropo maldito lleno de cuadros rojos, para continuar lastimando mi cuerpo con la adrenalina del cariño y la dependencia...
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