No lo intentes deja a ese cerdo de corbata con sus insultos y su pequeña putita, toma.
Con toda la decencia que le era posible se dirigió hacia al tipo con cara de resignación, tenía que intentarlo o en su boca de nuevo la saliva seca haría de las suyas junto al ácido nauseabundo de su pequeño estómago.
¿Que día era? A quien carajos le importa el tiempo cuando un montón de muzarañas te taladran pecho, estómago y cabeza a la vez.
Este, oiga señor no le voy a hacer na' fresquéese, venga me regala pa' un pan.
El engendro de cabellera oxígenada le dió un codazo a el cliente de traje y olor a Acqua di Gio susurrándole: Haz que se largue o me quedo aquí.
Mendigo de mierda, anda a pedirle pan a tu madre hijoeputa!
El viejo Maty había escuchado palabras similares en ocasiones múltipes, aquellos hombresillos adinerados prefieren perder a una mujer en casa esperándolos, que arriesgar las pelotas frente a un par de siliconitas bien pagadas.
En cuanto se devolvía debido al gesto premeditado, una mano lo agarró por el antebrazo, No lo intentes deja a ese cerdo de corbata con sus insultos y su pequeña putita, toma.
Al voltear se percató de un par de ojos verdes infinitos de tonalidad esmeralda con el delineador corrido que le entregó una bolsa con comida. La mujer tiró del brazo de Maty llevándolo a través de la acera y se volteó enseñándoles el dedo al dúo patético.
Me dicen Samantha, aveces Marcela y otros días la mente me jode hasta la inconsciencia, se que no te importa una mierda que me ha pasado y al principio a mi tampoco pero no podía aguantar aquel espectáculo humillante e injustificable, traía conmigo esto, te he visto en las noches y hoy quería que cenáramos juntos. ¿Cuál es tu nombre? ¿Tienes edad? Si, soy una maldita loca que se dirige hacia ningún lugar con un posible violador en potencia y no me interesa. La mujer se detuvo y lo miró de pies a cabeza.
Maty estaba confundido y algo encendido debido a la imagen que tenía en frente, sin duda alguna era una de las rameras de por ahí.
Una pregunta así como medio pendeja, pero ¿Que quiere?
¿Tengo cara de saber que quiero? Ya te dije que traía cena para dos.
No venga, es que yo no pueo' hacer eso, hagamos una cosa vallase y to' bien yo consigo por ahí alguito.
¿Matías, no es así? Bien como te digan, te repito que es para los dos.
A razón de que me da esto, vea que yo no sirvo pa' deberle favores a nadie.
No es un favor para ti, es para mi.
¿A lo bien?
Que si, perdona si parezco algo desecha y un poquito vuelta mierda, es solo que prefiero así todo, vengo en las noches buscando lo que no se me ha perdido, vivo con mi gato y un amigo marica en los apartamentos que quedan por la principal. Camino por aquí contando jeringas tiradas, pero no más, no creerás que soy como la rubiesita. ¿O si?
El viejo Maty rió un poco nerviosamente, hacía ya tiempos perdidos en su memoria que mantenía una conversación amena (si así se le podía llamar) con una mujer, no, que con una mujer, con un ser humano.
Comamos.
Si bien las muzarañas acallaron su tan tan tan habitual, estaba literalmete shockiado ante tal mujerzota que tenía en frente... ¿Cuanto había pasado desde su ultimo encuentro sexual? Preguntas maricas, se repetía con las manos llenas de mugre y grasa.
Recordó a aquella que alguna vez amó. A sus muslitos sobre su cintura, sus manos de seda recorriendo cada porito limpio en aquel entonces...¿Como se llamaba? Ya hacía mucho que lo había dejado tirado a la deriva mientras se iba con excusas de querer "conocer el mundo".
¿Bailamos? Con la cabezota de nuevo en la tierra veía a Samarcela con su mano tendida y de fondo sonaba una canción que provenía de un celular.
Existen muchas veladas y para que decir que todo termino como cuento de cristal, el viejo Maty bailó esa noche con Samarcela porque estaba buena y le había calmado las muzarañas. Samarcela le pidió que bailasen porque un maricón la había dejado mirando estrellas incineradas al salir con una putita rubia del bar mientras ella le traía que comer.
No tiene sentido, y que lo tiene, triste es que se torne habitual la imagen de un cerdo con corbata infiel que una pareja de desafortunados danzando para olvidar.

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